En los seres vivos, una de las funciones más importantes es la circulación de nutrientes, imprescindible en la realización de todos los procesos vitales. Por ejemplo, en nosotros, los humanos, la distribución de nutrientes y oxigeno es efectuada por el sistema circulatorio, formado por el corazón, las venas y las arterias, con sus correspondientes ramificaciones. Las plantas presentan un sistema de nervaduras o venas a través de las cuales tiene lugar, en parte, esta función de distribución. Sin embargo los tejidos vasculares con las funciones de conducción y distribución tanto de nutrientes como del agua son dos: Xilema y Floema.
El Xilema es un tejido formado por células alargadas que reciben el nombre de traqueidas, las cuales se unen, por sus extremos, a otras iguales y dan lugar a los vasos del Xilema, por los que circula el agua absorbida a través de las raíces y que es es distribuida de manera ascendente hacia toda la planta.
El Floema distribuye los nutrientes elaborados en la fotosíntesis desde las zonas de la planta donde estos presentan una alta concentración hacia las zonas de menor concentración. Está formado por células cribosas, que se conservan vivas y son cilíndricas. Es así como las plantas sobreviven y realizan todas sus funciones.
Xilema.
Tejido vascular a través del cual se conduce agua y minerales desde las raíces hacia otras partes de la planta, forma la madera de árboles y arbustos.
Floema.
Tejido de conducción de las plantas, encargado de conducir sustancias orgánicas elaboradas durante la fotosíntesis.
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